Cantando, alentando a su equipo. Así lo vivió la gente del Funebrero que a pesar de la derrota, le brindó al equipo su amor incondicional.
Banderas y serpentinas por doquier detrás del arco y en la platea. Parecía que el equipo estaba metido en la pelea por el campeonato pero la cruel realidad marca lo contrario. Hoy por hoy, Midland no está en su mejor momento como sí lo estuvo en muchas oportunidades, en épocas doradas, por ejemplo en el campeonato 88- 89 (campeón invicto con récord sudamericano incluido) o si nos remontamos al presente, hace exactamente un año y medio cuando se alzó con el campeonato de Primera D.
Sin olvidarnos claro cuando luchaba por algún lugar en el reducido de la C hace tan sólo una temporada.En las tribunas la gente alienta y pareciera que eso al campo de juego, no llega. Midland volvió a perder, está en un situación comprometida pero su gente, por el amor, la historia y los colores, lo sigue bancando.
¿Hasta cuando?, no se sabe… Por eso mismo, hoy el premio es para el hincha y su apoyo incondicional sin importar en el lugar en que se encuentre el equipo. En las buenas y en las malas. Todo por los colores…
Eduardo López (elopezterritoriooeste@gmail.com)